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Arboles muertos y mucha tinta

Flor de sombra (Fleur d’ombre, 1904)

Flor de sombra (Fleur d’ombre, 1904)

Autor: Charles Foley

Colección: La novela interesante (Biblioteca para la mujer)

Edita: B.Bauza, Barcelona, s/f (circa 1910?)

 

Una de las más grandes omisiones que generalmente hacemos los que nos ponemos a investigar la literatura popular se refiere a la literatura de escape para la mujer. Frente a la exhaustividad investigativa en géneros como el terror, la fantasía y la ciencia ficción (donde literalmente está mapeado más del 90% de lo publicado entre el siglo XIX hasta hoy) o incluso el panorama más o menos completo que tienen el policial, el género de aventuras o el western, la historia de la literatura popular para mujeres no solo es una perfecta desconocida para el gran público , sino entre los mismos estudiosos del tema, que en general tienen (tenemos) apreciaciones vagas sobre el fenómeno y conocen en general de rebote a autores que publicaron obras para el consumo femenino. Lo que resulta paradójico, ya que le público femenino SIEMPRE ha sido clave en el desarrollo de la literatura popular.

Corresponde remediar estos agujeros culturales. Y, como corresponde a este blog, empeñado en leer lo que nadie se acuerda de leer, hagámoslo un libro a la vez.

Charles Foley (1861 – 1956) fue un escritor francés que se especializó principalmente en romances históricos que publicó con gran éxito entre las décadas de 1880 y 1930. Por supuesto hoy por hoy está completamente olvidado pero, evidentemente por la cantidad de títulos en su bibliografía, fue un autor tan prolífico como exitoso. Sus obras también se publicaron en otros idiomas que el francés.

Pero vayamos a la novela. Todo empieza cuando el príncipe heredero del reino de las Grandes Islas (que queda clarísimo que es Gran Bretaña) decide que , antes que casarse por compromiso con la princesa de Germania prefiere suicidarse, dejándole el desaguisado a su hermano menor que le va a tocar ser rey. Este está felizmente casado con una joven francesa plebeya, Violeta, y tienen un hijo llamado Lolet. Algo que la Reina viuda de las islas no puede permitir: el futuro rey debe estar casado con alguien de su nivel, idealmente con la princesa alemán… germana, digo. Y para eso hay que sacarse a los dos estorbos llamados Violeta y Lolet.

Lo primero es separar al príncipe de su familia, llamándolo al castillo para que lo abrumen con tareas impostergables. Mientras tanto se eliminan todas las pistas (testigos de boda, documentos, etc.) que aseguren que hubo ese casamiento. Por cierto, parece que la boda fue MUUY privada porque parece que nadie se enteró... en seis años. Y después la cuestión es forzar a la pobre Violeta a irse a París con su hijo, por las buenas o por las malas… que es como termina siendo porque secuestran al niño y amenazan que solo lo devuelven en Paris. Así la pobre Violeta termina en Francia siendo oficialmente solo una amante del nuevo rey. Que también se resigna a la situación, por cierto. O sea el amor todo no lo puede: hay barreras infranqueables.

Y por supuesto la pobre Violeta sufre e intenta por todos los motivos ser recibida en palacio. Y no lo consigue.

No puedo decir que haya sido un descubrimiento revelador, pero dentro de lo esperable, la novela se hizo digerible. Obviamente no prima la acción sino los sentimientos de los personajes y tiene momentos muy “naif”. Pero es una lectura pasable no peor que leer a Isabel Allende o cualquier otro éxito de la literatura femenina de hoy día. A ver si seguimos recuperando viejos autores de este género tan olvidado.

 

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